martes, 21 de diciembre de 2010

Me pone triste la Navidad (Pese a eso felicidades queridos amigos)


Un sentimiento ambiguo tengo en las fiestas.
La Navidad me reúne con mis amigos más cercanos y la fiesta del Año Nuevo me reúne con mi familia y mis amigos de la infancia.

La Navidad me recuerda al niño que fui, ese que ponía los zapatitos debajo del árbol, ese que con poco o mucho festejaba la gloria de la inocencia. Me recuerda a mis afectos que ya no están, a mis abuelos sobre todo, a mi tío Jorge, a mamá Lorenza, a Denis (un pacientito que partió y me enseñó lo que es la fortaleza). La navidad me descubre un hombre nuevamente solitario, un hombre lleno de incertidumbre y ciertos desengaños, triste tal vez por hoy, pero con alas y eso es importante cuando se piensa en volar. La Navidad me descubre frágil pero con ganas de crecer. Igual me pone triste la Navidad. Pienso entonces en la gente que duerme en la calle, en los desaparecidos de ayer y de hoy, en los que bajaron los brazos, en los desocupados, en los asesinados, en los niños sin futuro, en los que son discriminados y entonces siento que pese a todo, soy un bendecido de Dios y que debo agradecer cada día por lo que tengo, por lo que fui y seré, por lo que tengo y perdí. Igual me pone triste la Navidad.

El Año Nuevo es distinto. Lo paso con mi familia y la alegría es enorme. Me emociona cada año sentir el abrazo de mis padres, de mis hermanos y sobre todo de mis sobrinos. Me emociona retornar a mi pueblo Mocoretá y encontrar mi casa, mis calles, mi río, me emociona abrazar a los amigos de la infancia, esos que siempre están, esos con los que nos reunimos año a año y de tanto reunirnos y querernos somos ya hermanos. Me emocionan las pequeñas cosas que me recuerdan al ayer: el mate a la mañana con mis viejos, la noche tan estrellada de mi cielo, el canto de los pájaros en la ventana de la habitación que era mía, allá hace tanto, y que conserva aún mis risas infantiles, mis juguetes, mis primeras poesías. Me emociona ver como crecen Juan, Eugenia, Martín, Mateo e Isondú. El Año Nuevo es distinto, será por que guardamos nuevas ilusiones, esperanzas, no sé, pero el año nuevo es distinto. Fortalecemos vínculos, recobramos fuerzas y respiramos y nos vestimos nuevamente de los aventureros de esta vida. Sí, el Año Nuevo es distinto.

Felicidades para todos mis familiares y amigos y reflexión, sobre todo reflexión y agradecimiento por lo que tenemos, por lo que podemos dar y recibir.

Un abrazo a todos Gus.

martes, 7 de diciembre de 2010

Muchachas a orillas del mar (De una pintura de Puvis de Chavannes)



Frágiles esperan.

Blancas
como barcas
no imaginan la ausencia.

En el horizonte
se presienten tormentas.

Ellos no regresan.

Marchitas las niñas
ahora tienen mirada mar.


Gustavo Tisocco
Del libro PINTAPOEMAS