jueves, 30 de octubre de 2008

¿De qué sirve ahora...?



¿De qué sirve ahora acariciar al muerto?

Si antes pidió pan,
un abrigo,
que manifestemos por su ausencia,
que gritemos su nombre.

Si no escuchamos
su agonía
y felices saludábamos a los soldados
y creímos en una patria justa y omnipotente.

¿De qué sirven ahora las pancartas,
los días de sol,
los periódicos?

La mentira
brota desde huesos enterrados.

¿De qué sirve ahora acariciar al muerto?




De què serveix ara acaronar el mort?

Si abans demanà pa,
un abric,
que manifestem per la seua absència,
que cridem el seu nom.

Si no escoltem
la seua agonia
i feliços saludàvem els soldats
i creguérem, creguérem en una pàtria justa i omnipotent.

De què serveixen ara les pancartes,
els dies de sol,
els periòdics?

La mentida
brolla des d'ossos soterrats.

De què serveix ara acaronar el mort?



Gustavo Tisocco
Traducción al catalán Pere Bessó
Del libro "Desde todos los costados"
Foto: Gustavo Tisocco (Chascomús)

9 Comentarios:

Blogger Juan Carrizo dijo...

poema que nos invita a reflexionar y estar consientes de las necesidades de los demas,parientes amigos,extraños,es primordial para no oir el grito de los huesos,cuando ya es tardey no tener mas remedio que acariciar al muerto,(gracias amigo por compartirlo)

30 de octubre de 2008, 9:19 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

"Si no me quieren en vida, cuando muera no me lloren", dice una canción popular. Pero es muy importante "honrar a los muertos mientras está vivos"
Está todo dicho en tu poema, Gustavo, porque toda tu poesía es así: sincera, frontal, cruda y por sobre todas las cosas, bellísima.
Aplausos y un beso grande
María Rosa León

30 de octubre de 2008, 11:36 p.m.  
Blogger Nerina Thomas dijo...

Grande lo tuyo. Como cada vez que plasmás realidades mediante la palabra.Me pomgo de pie una vez más para deleitar tus letras. Un abrazo

31 de octubre de 2008, 1:53 p.m.  
Blogger Fanny dijo...

!Fuerte cahcetada! que me pone de pie.

Gracias Gustavo.

Sensiblemente, Fanny

2 de noviembre de 2008, 7:07 p.m.  
Blogger Aheri dijo...

Muy buen poema! Buena reflexion, de que sirve ahora?

Saludos!!! Llegue fisgoneando en el blog de Beatriz Carmen Ruiz, y me alegra haberte encontrado. Saludos!

4 de noviembre de 2008, 4:15 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Gus, es tremendo este poema, vibra ímpetu y fuerza en todos sus versos.
Es un grito desgarrado, enérgico y sincero contra la hipocresía, la indecencia y la falta de caridad.
¡Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos!
Gus, eres magnífico poeta.
Saludos, Camilo

6 de noviembre de 2008, 3:23 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Cuánta verdad en estos versos querido amigo. Me repugna tanta hipocresía. Conozco a más de uno que golpeaban las puertas de los cuarteles y ahora militan en los derechos humanos, que hundían sus asquerosas manos al servicio de la tortura y ahora escriben (tienen la repugnante osadía de usar la palabra) para manifestarse en contra del horror para el que alguna vez trabajaron. Me uno a su grito Gustavo. Basta de hipocrecía!!!!
Alicia Perrig

16 de noviembre de 2008, 6:55 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

El mensaje es bien claro: hay que actuar en el momento, no esperar que ya esté todo hecho. Tu poesía tiene un contenido muy humano y está dicha con sencilla claridad, además de con mucha poesía. Susana Lizzi

22 de noviembre de 2008, 6:37 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

De que sirven los gritos ahora, cuando el silencio está amordazado en las tumbas. Cuidado, las bestian andan sueltas disfrazadas de corderos.
Víctor H. tissera

9 de diciembre de 2008, 8:05 p.m.  

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