sábado, 6 de noviembre de 2010

Te dejé pasar


Te dejé pasar.
Abarrotado en mis cimientes
creí que el viento huía de mí.

Diadema temerosa
tras una felicidad ficticia,
resigne los días al simple desamparo.

Me persigné ante cada estatua,
sucumbí entre vino y humo,
confundí la gloria con el hastío.

Hoy me percato que hay espejos
burlándose de mi castigado rostro.

Entre telarañas vislumbro rosas muertas,
cadáveres que me sonríen desde paredes grises,
manteles corroídos, relojes burlones.

Cansado tu espera resignaste.
Te dejé pasar,
condenándome al abismo.

Gustavo Tisocco
Del libro "Entre soles y sombras"

10 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Querido Gustavo: Loable tu poema. La vida tiene esos trenes que uno deja pasar creyendo que volverán...Aunque a pesar de todo, siempre abrigamos la posibildad de su retorno.
Muy profundo y reflexivo!
Un abrazo entrañable.
Mirna Celis.

6 de noviembre de 2010, 3:27 p.m.  
Blogger fgiucich dijo...

El inmenso dolor de sentir lo que ya no está. Abrazos.

8 de noviembre de 2010, 8:24 a.m.  
Blogger diana poblet dijo...

Qué triste ese dejar pasar/y abismo.
Buen poema Gus.
Con mi cariño,
d.

8 de noviembre de 2010, 10:29 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

es triste sentir que algo ya no esta pero la vida continua un gusto leerte

9 de noviembre de 2010, 2:40 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Gustavo, me pareció muy bueno este poema, con metáforas e imágenes que impactan, Te mando un abrazo!

Amalia M. Abaria

10 de noviembre de 2010, 11:20 p.m.  
Anonymous galàctica dijo...

Dolorosìsimo poema , que ahonda en el brillo de la atracciòn que se torna hastìo, con imàgenes de gran fuerza onìrica , esas telarañas y rosas ajadas, esos espejos burlones que denotan la lucidez del dolor ante lo irremediable, ante las propias equivocaciones y las ajenas. Logradìsimo, creo que todos nos pdemos identificar con momentos semejantes, de gran desengaño. Saludos poèticosIrene Marks

12 de noviembre de 2010, 9:15 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

gus querido, el tiempo pasa inexorable ,lo vemos sin poder detenerlo después... es demasiado tarde
un abrazo

maria elena tolosa

27 de noviembre de 2010, 4:52 p.m.  
Blogger Nerina Thomas dijo...

También ahondas en la tristeza con tus versos, pero logras hacer de ella un instante vivido.
Grande amigo!!
Nada pasa desapercibido para un maestro, eso nunca.
Te admiro por tu gran humildad "Gus".

8 de diciembre de 2010, 7:32 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Muy estimado Gustavo,

Fue un placer dejarme llevar por tus palabras, las que me dotaron de alas y me hicieron volar por los cielos de la poesía.

Me impresionaron mucho tus poemas, pero aún conservo la magia que esconden "Su retorno", "Pretendo", "La palabra", "No puedieron".

Como bien lo expresas, "la palabra se adueñó de tí, eres su esclavo, célebre testigo de la belleza...". Gracias por convidarme de esa belleza.

Te envío un cariño grande y te agradezco por compartirme tu hermoso imaginario.

Ester de Izaguirre.

18 de diciembre de 2010, 9:56 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

David Antonio Sorbille dijo...
Excelente poema Gustavo. Un abrazo.

24 de diciembre de 2010, 12:49 p.m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal