Joven calentando sus manos en el brasero (De una pintura de Allart Van Everdingen)

Servir al osado amo,
a sus niños,
a sus perros.
Olvidar que tienes nombre,
que alguna vez sonreíste,
que paseabas por el prado.
Solo de noche escapar,
retornar así a la blanca princesa.
Gustavo Tisocco
Del libro "Pintapoemas"
Etiquetas: Pintapoemas



8 Comentarios:
Fantástico poema, Gustavo.
y sobre qué pintura...
Felicitaciones...
Alicia Borgogno
La alienación que desde tiempos remotos acecha al hombre expresada con palabras directas, sensibles, que dan en el corazón.Denuncia que llega desde el candor, desde el olvido de "la blanca princesa". Infancia no respetada. Excelente poema y muy acorde con la pintura.Esta es la poesía que me toca y me conmueve, el mensaje fuerte que está expresado en este dardo de energía poética donde no sobra una palabra.Saludos poéticos Irene Marks
El dolor de se anónimo y explotado. Abrazos.
El abuso del hombre,por confundir servicial por servil, el no haber aprendido que todos somos hermanos. El respeto por el otro. Duro para quien lo vive, se perfora el alma y muestra en su rostro la tristeza.
Gran expresión, muestra la imagen.
Tu poema, muy logrado.Todo lo obsercas, es maravilloso en ti.
Felicitaciones "amigo".
El abuso del hombre para el otro ser. La falta de respeto, encantada de leerte Gus querido, Julia
la antigua pintura lo expresa y tus palabras tan justas le dan ese admirable poder que solo lo tiene la palabra, derechos restringidos abusos niñes desvalida y eso de sentirce princesa ¡que bello a pesar del dolor ¡
maria elena tolosa
Con la mirada baja sin expresión en el rostro obediente el esclavo simplemente marcha.
Literalmente, la esclavitud destruye la felicidad desgarrando el alma.
Es un maravilloso y sentido poema, la pintura, preciosa en un interior que caracteriza al pintor.
Doloroso tema mi querido Gus.
David Antonio Sorbille dijo...
Qué singular lirismo Gustavo. Muy bueno!!.
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