viernes, 21 de mayo de 2010

La hoguera...


La hoguera

........................Quien no quiera ver
........................que cierre los ojos.



El castigo no tardó en llegar: fueron los dos incinerados en la hoguera de aquella plaza pública, espalda contra espalda, manos contra manos, amor con amor...

Inquisidores pestilentes sonreían obscenamente, la tarea había sido cumplida –o al menos así lo creían-, “ ilusos”, solo con el fuego abrieron los candados de sus almas que juntas desplegaron vuelo.

Una cama mojada del sudor que exhalan sólo los cuerpos apasionados.
Una noche con dos estrellas y todo un cielo.
Un amor prohibido
¿Por quién?
¿Acaso se puede prohibir el beso que da el mar a su costa?
Dos cuerpos, dos seres, cuatro manos y el hechizo.
Y aves despiadadas que con rasante vuelo descubrieron lo que llamaban pecado.
Y la peste, lo terrenal, lo herbolario.
Y seres asesinos, sadismos disfrazados en la careta de la moralidad, que da risa...

Oliverio y José fueron descubiertos en el acto sublime del amor y ese momento bastó para toda su eternidad.

Fue un 25 de octubre de 1800.

Nací un 25 de octubre de 1969, Oliverio desde entonces habita en mí...
Busco desde siempre a José, sé que el también lo hace,
y en las plazas aún espera, como entonces, la hoguera.


Gustavo Tisocco
Del libro "Paisaje de adentro"

16 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

El amor ha sido siempre objeto de persecusiones, cualquiera fuera su origen Pero el amor, siempre vencerá. A pesar de las hogueras, de todos los tiempos. Las manifiestas y las "hogueras" que pululan en todos los ámbitos. Gustavo; muy bueno!!
Un abrazo
Amalia M. Abaria

21 de mayo de 2010, 5:55 p.m.  
Anonymous María Emma dijo...

¿Pecado?? Aquel que esté libre de pecado que arroje la primera piedra. Ninguno es digno, ninguno. Muy bueno Gustavo, muy bueno...

21 de mayo de 2010, 10:25 p.m.  
Blogger Maria Sangüesa dijo...

El amor, el verdadero amor, siempre revuelve en su asiento a aquellos que nunca han amado con pasión y con entrega.
Cuando los censores de lo socialmente correcto, se encuentran con algo que se escapa de los moldes de lo convencional, reaccionan con rechazo y violencia... la ignorancia y la incapacidad de llegar a alcanzar el auténtico amor, les incomoda de tal manera que necesitan destruir para no tener que asumir lo terrible de su vacío interior, la evidencia de sus inmensas carencias
existenciales... Te felicito por este poema, Gus, es muy valiente. Un fuerte abrazo.

25 de mayo de 2010, 4:29 a.m.  
Blogger Maripaz dijo...

Gustavo, un placer haberte encontrado...tus poemas tienen la belleza de las álmas grandes.
Un saludo

25 de mayo de 2010, 8:18 a.m.  
Blogger galáctica dijo...

Querido Gus: este poema es un himno al amor, más allá de los prejuicios y las edades,vivido en toda su autenticidad. Así es tu poesía,un latigazo donde aflora la luz del corazón. Eso es lo que no aguantan los que construyen"la hoguera" inquisitorial. Con mucho cariño, saludos poéticos Irene Marks

28 de mayo de 2010, 6:47 p.m.  
Blogger Nerina Thomas dijo...

Decir al amor, del amor, no es fácil. Primero se siente, luego se escribe.
Y tu escrito es una sinfonía.
un cariño

1 de junio de 2010, 11:14 p.m.  
Blogger Unknown dijo...

Muy bueno tu texto Gustavo...conmueve y hace que, intimamente, solidaricemos con estos amantes que tuvieron tanto amor y tan mal final.
Interesante punto de vista y desarrollo del tema.

4 de junio de 2010, 6:36 p.m.  
Blogger Luis Inédita dijo...

:)

7 de junio de 2010, 5:01 a.m.  
Blogger Luis Inédita dijo...

:)

7 de junio de 2010, 5:01 a.m.  
Blogger Avesdelcielo dijo...

Encantamiento poético que no conoce la palabra " prohibido", bello mensaje para quienes ponen mordazas al amor, fatalismo , pero no escape al destino.
¡MARAVILLOSO
MARITA RAGOZZA

26 de junio de 2010, 11:34 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

David Antonio Sorbille dijo...
Un poema testimonial de un valor inmenso. Excelente Gustavo.

18 de agosto de 2010, 7:25 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

me pone la piel fria tanta crueldad y toda la maldad de que somos victimas no tiene castigo ,jamás el amor salva ,el amor redime ,es sublime
un abrazo

maria elena tolosa

19 de agosto de 2010, 3:26 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Quién se atreverá a quemar en la hoguera a un amor que arde desde la esperanza. Alda

19 de agosto de 2010, 10:45 p.m.  
Blogger Leonor Mauvecin dijo...

Quisiera que ese reencuentro sea en una hogera de amor y de flores . Hermoso tu poema Gustavo Felicito Leonor

20 de agosto de 2010, 4:07 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Gustavo, Oliverio, persona hermosa...
Te quiero desde mi gozo de tus palabras.

21 de agosto de 2010, 11:55 a.m.  
Blogger Xenia Mora Rucabado dijo...

Gran poema amigo Gustavo!!!!
Ese amor entrañable , envidia de muchos, los carceleros de almas libres, ellos son los que se quemarán en su propia hoguera de odios y de inquisiciones.
Hoy se respira a hierba húmeda de amar con las almas en vuelo. Menos mal que el año 1800 ya quedó atrás. ¡ Qué enarbolemos el amor cuando es real!!!
Un gran abrazo, por este magnífico poema escrito desde las propias entrañas del amor.
Xenia

6 de noviembre de 2010, 1:39 a.m.  

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