miércoles, 27 de agosto de 2014

Arielito




Apenas de niños Arielito
supimos de la muerte.

Yo descubrí
el dolor inexplicable
de la ausencia,
hasta de lo injusto que pareció ser Dios
cuando un océano
de llanto lo mantuvieron inmutable.

Y te recuerdo blanco y frágil
acostado en la mesa
en un cofre como de flores,
inmóvil y sediento
oliendo a café
-porque las vecinas no querían
que la muerte te vista con su aroma-
y te adornaron con los granos marrones y amargos
con los que asocio hoy a la tristeza.

Tú, el niño muerto
que me mostraste de niño a la muerte,
que ahora dormís solito y quieto debajo de los sauces
¿me recuerdas?
¿estás muy solo allá?
¿quieres retornar?

Ariel acá el tiempo pasa
y ya perdí al niño
y encontré a este hombre resignado que soy,
acá cambió el paisaje,
la forma de vestirme,
las promesas.

Acá olvidamos,
comemos y dormimos
y andamos en auto bus
y nos miramos apenas
como sobrevivientes de un presagio que nos ronda.

De niños Arielito supimos de la muerte
a ti te tomó por sorpresa
sin poder esconderte,
a mí me dejo marcado
para que la escriba.



Gustavo Tisocco
Del Libro TERRESTRE

8 Comentarios:

Anonymous Laura Panizo dijo...

Me tembló el cuerpo.
Los últimos versos sin desperdicio!

11 de septiembre de 2014, 4:02 p.m.  
Blogger María Sonia Quevedo Hoyos dijo...

Impacta el relato y la esencia del mismo, conmueve y duele.
Enorme y cierto.

Sonia

2 de noviembre de 2014, 8:34 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Ariel... y vos. Tu poema es fuerte y nos centra en la realidad de la finitud . Sí..., él se fue pronto, vos quedaste para escribir sobre ello, sobre él. Y con la belleza de tu estilo, Poeta. Gracias!!! Abrazos. Cecilia Glanzmann

20 de marzo de 2015, 7:16 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Excelente poema, Gus. Tiene el equilibrio gusto entre tristeza y sabiduría, con versos memorables. Gracias. Inés Legarreta.

1 de agosto de 2015, 8:20 p.m.  
Blogger Leonor Mauvecin dijo...

Qué dolor y que belleza y ese compromiso de decirlo Besos

29 de marzo de 2016, 2:29 p.m.  
Blogger Patricia Corrales dijo...

Recuerdo haber escuchado este poema en la presentación de su libro, tuve la misma sensación de tristeza, cada verso llora su despedida que aún permanece
Patricia corrales

11 de septiembre de 2017, 1:31 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Siempre recuerdo la imagen de este poema, desde que te escuche leerlo.
Patricia Corrales

13 de noviembre de 2019, 12:45 p.m.  
Blogger Mercedes Raquel dijo...

Sin dudas cuando un niño nos muestra la muerte, es un golpe en el alma que jamás se va, y si tenemos suerte con los años podemos duelarlo.

26 de abril de 2021, 6:20 p.m.  

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