viernes, 7 de septiembre de 2007

La mujer del presidente


La mujer del presidente hoy hará una donación:
se quitara su zorro y entre adoquines lo dejará marchar.

La mujer del embajador hoy hará un acto de caridad:
se despojará de sus diamantes para que vayan de nuevo al carbón.

La mujer del obispo hoy hará una promesa:
se quitará las enaguas de seda para despedir el pecado.

La mujer del soberano hará de cuenta que existe la fe:
se despojará de su zapato de cristal para hundirse en el barro.


La mujer del barrio humilde creerá que existe Dios,
se vestirá de piel, brillarán estrellas en sus manos,
transpirará su sensualidad marchita
y será cuento de hadas solo por hoy.


Gustavo Tisocco
De "Entre soles y sombras"
Poema que integra la antología "Mujer, soledad y violencia" Editada en Cali, Colombia.



6 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Estupendo. Una denuncia comprometida. Otra manera (inteligente y bella) de preguntar "hasta cuándo, hasta cuánto" Gracias.

8 de septiembre de 2007, 5:40 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Gus, poeta de verdad no deja de denunciar a los amos del universo, a los espantapájaros indiferentes.
¡Muy bueno !
MARITA RAGOZZA

9 de septiembre de 2007, 8:50 p.m.  
Blogger viviana dijo...

Este poema transmite el sueño de lo imposible, el sueño de que los de arriba se animen a ponerse del lado de los despojados de todo. Ojalá esto se cumpla algún día aunque parezca una utopía, vale la pena soñar y a nadie pueden robarle los sueños. Gracias Gus.
Viviana Pelle

9 de septiembre de 2007, 10:26 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

gus ...éste poema ..amerita la pregunta ¿se hará realidad algún día?.....para vos...éxitos...chumbi

10 de septiembre de 2007, 5:36 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

fhfblb
Hermoso:ser�a tan lindo que estas utop�as se cumplan.
un abrazo Boris Gold

12 de septiembre de 2007, 8:47 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Querido poeta, amigo, cuando entras en estos temas, tu mano no tiembla. Tu pluma zanja con su filo lo impávido de la indiferencia y nos dejas a merced de la ira. Dan ganas de tantas cosas cuando tomamos conciencia!
Muy buen poema, gracias.
francisco

16 de septiembre de 2007, 9:16 p.m.  

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