Dejamos al muerto...
Dejamos al muerto entre las flores
y retornamos a casa
pero la casa ya no era igual
ya no estaba.
Solo un silencio largo y oscuro
como los pasillos
puertas clausuradas
ventanas clausuradas.
La casa
también quedó entre esas flores.
Gustavo Tisocco
De su Libro “EL SOLO”
Etiquetas: El Solo