sábado, 5 de mayo de 2012

¡La poesía no...!


Herméticos los ataúdes,
el sexo en las muñecas,
las latas de durazno.

Hermético el frío allá en Jungfraujoch,
las mermeladas
envasadas al vacío,
los aviones en vuelo.

Herméticos los gendármenes,
los amores promiscuos,
las sardinas en aceite.

Hermético el asesino,
el rostro de Tutankamón,
el paraíso de los canarios.

¡La poesía no...!



Gustavo Tisocco
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