jueves, 30 de abril de 2009

1708/2008


1708
la Virgen llora en la gruta
caballeros, bufones y princesas
perciben el milagro.
El cóndor sobrevuela la escena,
los árboles reverencian sus hojas
y hasta la niña del puerto
es testigo de la magia.
La costurera se persigna,
en la taberna no se habla de otra cosa
y detrás del velo se emociona la marquesa.
Dios existe, hoy lo saben.

2008
la virgen llora en la gruta
ómnibus, piqueteros y artistas
no perciben la gloria.
Ningún vuelo en el cielo,
los árboles amarillos mueren su esencia
y la niña de la esquina
ofrece su dolor y vergüenza.
La mujer de la panadería apura su paso,
los bares planean salón para fumador
y el diputado esconde su bolsa.
Dios existe, lo escucharon nombrar.


Gustavo Tisocco
del libro "Desde todos los costados"


sábado, 25 de abril de 2009

Malvarrosas y otras flores en un jarrón (De una pintura de Jan Van Huysum)


Malvarrosas y otras flores en un jarrón (De una pintura de Jan Van Huysum)

¿Puede algo parecerse tanto a la muerte
como un jarrón lleno de flores?

Rojos agonizantes,
blancos como mortajas,
verdes pálidos –cual otoño-
denuncian a la exterminadora mano.

En el rincón
un florero posterga la agonía
mientras la dama impune olfatea ocasos.



Malves donzelles i d’altres flors en un gerro
(D’una pintura de Jan Van Huysum)

Pot cap cosa assemblar-se tant a la mort
com un gerro ple de flors?

Roigs agonitzants,
blancs com mortalles,
verds pàl•lids –com tardor-
denuncien la mà exterminadora.

Al racó
un pitxer posterga l’agonia
mentre la dama impune ensuma ocasos.


Gustavo Tisocco
Del libro "Pintapoemas"
Traducción al catalán Pere Bessó

domingo, 19 de abril de 2009

Las edades de la mujer y la muerte (De una pintura de Hans Baldung Grien)



Intersección entre sol y noche
tú, joven e intrépida,
devoras la fruta.

La oscuridad
en el reloj de arena,
que invertido te llama,
no te asusta.

El resplandor dorado
te protege,
hasta que cae tu vestido,
anunciando la bruma.

Gustavo Tisocco
Del libro "PINTAPOEMAS"

miércoles, 8 de abril de 2009

Ojos cansados


Teníamos sopa tibia
y grietas en las paredes,
los ojos despiertos,
el silencio,
calles de tierra.

Habitábamos
un planeta de barro y paja,
teníamos luz, un vaso de vino,
un jazmín esbelto.

Teníamos arroz y pescado,
manos amplias, abiertas,
un fogón encendido,
un perro, fines de semana,
muertos entrañables.

Hoy sólo quedan los ojos cansados,
la jaula refulgente
.............. y mucho ruido.

Gustavo Tisocco
Del libro “desde todos los costados”
Foto: Horacio Farroni

jueves, 2 de abril de 2009

La asfixia



Se mantenían bajo el agua
y visitaban jardines
donde crecían esmeraldas,
comprobaban a fuerza de pulmón
que el más osado
escalaba montañas acuáticas
y en la cima lo recibía el rey pez.
Llegaban al castillo que existía
-no sólo era fábula-
y bailaban y corrían
por salones color mineral.

La asfixia indicaba el retorno.

Nadie entendió
lo del niño aquel que quedó extraviado,
que no regresó.


Gustavo Tisocco
Del libro "Desde todos los costados"