martes, 11 de septiembre de 2007

¿Dónde está el Mesias?




Los cristales se diseminan en la piel que explota.
Sangro, me anemizo en esta osadía de creer en los destellos.
Me nutren las expectativas de un mañana,
pero muero hoy, en este día, sin discípulos.

Masacres, guerras, atentados corren por mis retinas incrédulas.
¿Dónde está el Mesías o es simple adminículo de lujosas iglesias?
¿Sirve de algo tanto rito pagano o sería el pan lo que daría la paz que tantos ansían?

Soy yo el penitente,
soy de las mentiras el verdugo,
¿quién es el tribunal?

Hipocresías nacen de infames oradores.
Pero el mundo se desarma y se aniquila
bajo la cruel sinfonía de villanos que ríen.

Toda una élite de bolsillos llenos, de estómagos rebosantes,
de los que miran a otro lado.
Muertos desparramados en los patios, en las veredas, sin utopías.
Y tus manos que no esperan...
Y los sueños ¿dónde han ido?


Gustavo Tisocco
De "Entre soles y sombras"

17 Comentarios:

Blogger Carlos dijo...

Hay que obligar a las manos a volver a creer.

Gracias por pasar por casa.

Te dejo un abrazo.

11 de septiembre de 2007, 6:14 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

querido gus:En este día del maestro y del desastre de las torres gemelas (Qu´oaradoja no?) te envío mi conmovido saludo.
Es verdad . Aunque seamos creyentes, este mundo en que vivimos nos trae interrogantes dolorosos.
Un abrazo Rosa María S.

11 de septiembre de 2007, 6:41 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

GUSTAVO, COMO SIEMPRE UN PLACER LEER TU POESIA!!!!LLEGA MUY PROFUNDO ,EDUCA Y ACARICIA EL ALMA. CON CARIÑO...SANDRA

11 de septiembre de 2007, 6:44 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Impresionante tu poema,Gustavo. Impresionante el espanto de todos en un mundo con muchos dioses y sin Dios. Impresionantes los cadáveres deambulantes del terrorismo y de las guerras, vengan de donde vengan.
José Manuel Solá.

11 de septiembre de 2007, 7:40 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Querido Gus: me conmueve siempre muy profundamente tu poesía. Ésta especialmente...te deja como acurrucada el alma y un por qué gigante late y late a punto de explotar, ¿esperanza o resignación?Un abrazo,
María Paula Mones Ruiz

11 de septiembre de 2007, 7:45 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Muchos ídolos. NO sólo se derrumbaron las torres,sino la fe.Habría que reconstruir desde el principio. El poema desata el agobio que nos inunda. Excelente, Gus.
MARITA RAGOZZA

11 de septiembre de 2007, 10:15 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Te he visto crecer tanto y tan atinadamente que lo que siento es alegría propia al tener tu poesía, como la tuvimos, en Vientos Contrarios. Sé que sos, Gustavo Tissoco, un gran tipo. Hacés que sea importante contar con tu amistad.
Y eso que en esta entrada no hablo de poetas generosos...
Arriba, Gus: un abrazo...

Carlos

11 de septiembre de 2007, 11:25 p.m.  
Blogger El perro andaluz dijo...

Quisiera creer que hay Mes�as, quisiera saber d�nde fueron los sue�os, pero no, no creo, ni puedo.
Bello poema.
Saludos.

11 de septiembre de 2007, 11:41 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Hermoso poema y muy hondo, siempre con tu pincelada de talento.
Abrazos y besos
Raquel Luisa Teppich

12 de septiembre de 2007, 1:11 a.m.  
Blogger La Soñadora dijo...

Muy profunda tu poesía, dentro del horror que lleva es bella.

Erika

12 de septiembre de 2007, 7:31 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Una gran tregedia que siempre sera recordada como muchas otras que cegaron la vida de muchos inocentes

12 de septiembre de 2007, 11:13 a.m.  
Blogger Consuelo Labrado dijo...

Buenas tardes Gustavo, conmovedora poesía ... confiemos en que no nos arrebaten los sueños, no debemos permitirlo, somos más fuertes, más numerosos y más valientes porque todo lo que no nos mata nos hace más grandes. Un abrazo

12 de septiembre de 2007, 11:42 a.m.  
Blogger Consuelo Labrado dijo...

Buenas tardes, Gustavo, conmovedor poema, ¿dónde se fueron los sueños?. Confíemos en que no nos los hayan arrebatado también, no debemos permitirlo, vamos a ser más fuertes y más valientes porque todo lo que no me mata me hace más grande. Un abrazo

12 de septiembre de 2007, 11:43 a.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Estremecedor tu poema Gustavo.
Todo el espanto en nuestros ojos y en nuestros labios la mueca del horror. Una vez más la víctima inocente inmolada frente al odio y la muerte.
El hombre como un monstruo devorándose a sí mismo, el hombre contra el hombre, criatura imperfecta, angel y demonio. Otra vez prolongándose infinitamente el interrogante que queda sin respuesta.
Tu poema esconde la desesperación que compartimos y además una desolada reflexión que lo hace profundo y atrapante.
Un beso Gus.
OLIMPIA BORDES

12 de septiembre de 2007, 3:16 p.m.  
Blogger JUAN PUEBLO dijo...

Un poema, tan conmovedor como los recuerdos de ese día.El mesías?... está en cada uno de nosotros.

Felicitaciones Gustavo.

Andrea

12 de septiembre de 2007, 4:14 p.m.  
Anonymous Anónimo dijo...

"...o sería el pan lo que daría la paz que tantos ansían?" Creo que ese, y solo ese es el secreto. Felicitaciones Gustavo, por todo, pero, fundamentalmente, por su compromiso. Gracias.

12 de septiembre de 2007, 10:13 p.m.  
Blogger Gustavo Tisocco dijo...

Gracias a todos.
Un abrazo Gus.

20 de marzo de 2008, 1:24 p.m.  

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