Sicario de mí...

La taza vacía
el viejo mantel
la maceta desnuda.
En la calle abruma el caos
mientras mi soledad
inmutable ríe.
El miedo detrás
de constantes miserias,
holocaustos sin disfraces,
en tanto yo
sumo muerte a mis días.
No me asusta
dejar latidos mudos,
olvidar respiros
ni resquebrajar la piel.
Mi fobia
es asistir cada mañana
a mi funeral.
Sicario de mí
busco un beso que me salve.
Gustavo Tisocco
De "Entre soles y sombras"